31 jul 2010

Últimos Días en Londres

Estos últimos días en Londres pasaran cruelmente rápido. Esta ciudad me dejó huella hace dos años, pero esta vez me ha marcado para siempre de manera especial.

Esta semana en la academia ha ido todo normal hasta ayer Viernes. Cuando me iba de clase y aquello parecía un encuentro de casi plañideras. No sé si estaban tristes porque la putaza de clase se iba y ya no llegaría nadie con ojeras, ronco, con mala cara y paliducho a clase un día cualquiera, o porque sí que me habían cogido cariño aunque yo he de reconocer que no he sido Mr. Simpatía...pero el caso, es que me hicieron una despedida llena de besos, abrazos y buenos deseos para el futuro. No puedo decir que les echaré de menos porque en tres semanas tampoco he cogido un cariño impresionante por nadie en esa clase, pero si me deja más planchado la idea de que si nos hemos juntado ha sido por algo pero no sé el qué, quizás solamente el conocernos...pero sí que me gustaría volver a Londres o dónde sea y encontrarme con alguna de las tres chicas rusas, con la italiana, el surcoreano, la profesora de Sri Lanka que me dijo que en Madrid no estuviera tan desfasado como en Londres (esta no me conoce, qué maja).

El resto de la semana Kabuki y yo no hemos hecho turismo a saco por unas cosas u otras ya lo que queríamos ver estaba visto. En el British a Kabuki le dio el ataque esquizofrénico que a toda buena persona le ha de dar en Londres. Ya se estaba calentando poco a poco por ver a los turistas lanzar fotos con flash a obras de miles de años de antigüedad. Pero ya cuando un grupo de españoles se ensañó con las momias, le entró un momento de enajenación y se puso a pasar por delante de ellos para estropearles las fotos y rezongando contra ellos. Maravilloso todo. Nos fuimos a ver la Torre de Londres y fuimos a la zona del Tate dónde Kabuki había localizado una zona de "playa" que se podía bajar al Támesis para que metiésemos las manos en él y tentar a la suerte, ya que si en Trafalgar no nos habían matado los bichos que hubiera dentro cuando nos metimos ahí en calzoncillos, que lo hicieran las aguas del río. Allá que nos metimos y entramos en comunión con el río. Estuvo bien aquello en cuanto se me quitó el pensamiento de: qué parecerá que hacen estos dos enajenados metiendo las manos en el río.

Una tarde Kabuki me llevó el bar de las Barbies en el techo y los conejitos rosas en el Soho. Me enamoró tanto aquel lugar que hacer una franquicia de ello en Madrid es una opción bastante seria xD.
Por las noches básicamente nos dedicábamos a terminar con las existencias de alcohol. Nos pasamos borrachos Martes, Miércoles y Jueves muy felices los dos con nuestras mini fiestas. Cuando el Ballantines no dio más de sí y no me apetecía ron, le comenté que la gallega de mi clase empinaba el codo a base de sidra. Y allá que fuimos al Tesco y nos dejamos al hedonismo como lo bautizamos aunque no fuera del todo hedonista. Compramos:

- Una botella de vino blanco.
- Tres botellas de 500ml (creo) de sidra.
- Fresas.
- Una bandeja de currywurst para cenar y tener algo en el estómago antes de beber.

Pues todo cayó y nos sentiríamos super gordas, pero aquella dejadez y felicidad de beber, bailar y montarte una fiesta con tan poco fue genial.

Ya el jueves Maki y Jin organizaron una meriencena en casa de Maki en el barrio de Whitechapel, que como pasa con la mayoría de la mitad este de Londres, está lleno de gays. A uno de los japoneses le maravilló que Kabuki y yo les fuéramos reconociendo por la calle y diciendo quién lo era y quién no. Allí en el piso de Maki nos trataron como dioses, dando la sensación de que estuviéramos en un restaurante oriental más que en una fiesta. Si fuera por ellos no te dejaban ni ir a por la bebida, pero me sentía fatal estando en el salón y todos los orientales cocinando allá para nosotros. Hicimos amagos de ir a la cocina a ayudar, pero nos echaban. Todos adorables. Desde la japonesa que se encaprichó de Kabuki y le intentaba recambiar la acera, hasta la francesa chauvinista, la ecuatoriana maravillosa, Midori que era la japonesa de 38 años adorable a más no poder y un montón más que no me acuerdo de sus nombres pero que gracias a Facebook no me olvido de sus caras...si que les amé a todos durante aquella tarde, y de verdad. La despedida fue como me esperaba, algo agridulce. A Jin está el consuelo de verla de nuevo en Madrid en Septiembre, pero de los demás por mucho que se diga que nos volveremos a ver, hasta que no pase seré excéptico con ello.

En fin, Londres ha terminado y a día de hoy es la experiencia más maravillosa que he tenido. Era la primera vez que me iba tanto tiempo fuera, he conocido gente y lugares que no sabía que escondía Londres y que me han enamorado...no lo cambiaba por nada y, por supuesto, a mi compañero de viaje Kabuki si que no le cambiaba por nadie para haber vivido todo aquello y oír su grito de guerra: oh oh oh!! Hong Kong and Shangai Banking Corporation!!! xDDDDD

1 comentario:

  1. Que buena foto Magnum!!! Tu si que sabes y eres práctico: Londres ha sido maravilloso, pero ahora a lo que estamos, a las fiestas patrias XDD

    Ya sabes que te pondrás??? :)

    Beso!!

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